lunes, 11 de mayo de 2009

PARTE, ( I ) POR QUE LOS MUSULMANES NO COMEN CARNE DE CERDO


PARTE, ( I ) POR QUE LOS MUSULMANES NO COMEN CARNE DE CERDO

¡Oh humanos! Disfrutad de todo lo lícito y bueno que contiene la tierra; más no sigáis los pasos de Satanás; porque es vuestro enemigo declarado. El sólo os induce al mal y la obscenidad y a que digáis de Dios lo que ignoráis. Sura 2, aleyas 168-169 El Islam es una religión racional: todos sus principios y mandamientos se hallan basados en un profundo razonamiento. El Islam demuestra que el hombre es inocente al nacer, que el bien y el mal se aprenden gradualmente. El Islam enseña que se deben alcanzar las virtudes y evitar costumbres que arrastran hacia la perversión, ya que el bien y el mal se hallan en el hombre de acuerdo a la educación que reciba y al medio ambiente en el que se desarrolle su vida cotidiana.
El ser humano posee deseos naturales, aquellos del alimento, la necesidad del sueño y del sexo; también tiene sentimientos naturales, por ejemplo, felicidad, rencor, dolor, amor, temor, fastidio y avaricia. Esta última es originada por el instinto de posesión. Un instinto insatisfecho de consolidación alimenta la envidia y, eventualmente, ambas suscitan el egoísmo. El Islam, no obstante, no recomienda que se eliminen estos siete sentimientos, como lo hacen otras religiones, sino que ofrece un método para controlarlos, porque mientras que el hombre viva, éstos existirán. Ellos son semejantes al motor de un vehículo: el conductor es quien debe controlarlo y guiarlo hacia metas útiles. La educación islámica es la que guía al hombre hacia el bien.
La prohibición de comer cerdo en el Islam constituye un gran salto hacia delante en la historia de la evolución humana. Considerando que la sangre es, virtualmente, nuestra corriente vital y que todo lo que consumimos afecta, en última instancia, a nuestro sistema sanguíneo, es necesario seleccionar nuestras comidas. Resulta evidente que el hombre de más avanzada concepción revolucionaria es aquel que más cuidadosamente selecciona sus alimentos.
Sabemos que en el pasado, los pueblos salvajes de África fueron antropófagos. Algunos aborígenes de ciertos pueblos de Borneo y Nueva Guinea, no saben distinguir los alimentos: ingieren víboras, gusanos, ratas, y todo cuanto tengan a su alcance. En la actualidad, el adelanto de la naturaleza humana no se limita a la abstención de carne de cerdo, sino que comprende también la carne mortecina y todo animal que no haya sido sacrificado en el nombre de Dios, sean vacas, corderos o gallinas, este rito islàmico se denomina Halal. Aparte de lo expuesto anteriormente, los musulmanes rechazamos comer carne de animales de presa, como la del león, tigre, leopardo, y además, la de víboras, gatos, perros, ratas, etc., considerados dentro de las leyes islámicas como animales impuros. Esta prohibición se halla basada en el deseo de purificación de la propia naturaleza, ya que el alimento una vez ingerido,
no entra sólo en el intestino y se convierte en excremento; es absorbido y metabolizado en el sistema y circula por todas partes del cuerpo humano, incluyendo el cerebro, y este hecho, de una manera no insignificante por cierto, afecta a la naturaleza del hombre. Dijo el Imam Alí Ibn Abi Talib (P): "El estómago es la puerta de todos los males".
El Islam permite a los musulmanes ingerir carne pura, y no prohíbe ni estimula a nadie a convertirse en vegetarianos. Algunos arguyen que si al cerdo se lo alimenta con comida sana, se puede entonces consumir su carne. La respuesta para esta controversia es la siguiente: se puede alimentar al cerdo con una mezcla saludable, pero no se puede cambiar su naturaleza, UN CERDO ES UN CERDO, no puede sufrir variantes por medio de injertos, como una planta. El cerdo es, por naturaleza, haragán e indulgente en el sexo; le disgusta la luz del sol y carece de energía para luchar; come casi todo lo que encuentra a su alrededor, sea excrementos o cualquier inmundicia. De todas las carnes de animales, el cerdo constituye la cuna más grande de gérmenes dañinos y es el principal reservorio para la infección humana. Además, el porcentaje de grasas en el cerdo es mucho mayor que en cualquier otra carne: el 91% en la de cerdo, 56% en la de cordero, y 35% en la de vacunos. Otra experiencia en carnes: tómese tres trozos de carne de igual tiempo y tamaño, uno de cerdo, otro de vaca y un tercero de cordero; expóngase todos al sol. El de cerdo será primero en pudrirse, luego lo hará el de cordero y finalmente el de vaca. Algunas veces la carne vacuna se seca sin llegar a pudrirse. Pero si colocamos los mismos trozos de carne en un recipiente y lo ponemos a cocinar, el cerdo será el último en hacerlo, y nadie puede garantizar que no existan gérmenes dañinos en el cerdo cocido.
Según investigaciones médicas, se requieren tres horas para hacer la digestión de carne de cordero y de vaca, en cambio, se necesitan cinco horas para el cerdo. Proliferan tantas plantas que son comestibles: algunas pueden curar enfermedades, otras son venenosas y causan la muerte: de igual manera existen carnes dañinas para el hombre, como la de cerdo, cuyo efecto tóxico se halla latente y con el transcurso de los años degenera en serias enfermedades.
P: ¿Cuáles son las enseñanzas del Islam sobre el cerdo?
R: El puerco es absolutamente impuro, y comer su carne, su grasa, etc., así como utilizar su piel o cualquier otra parte, está estrictamente prohibido. Dios ha dicho en varias partes del Sagrado Corán: Os están vedados lo mortecino, la sangre, la carne de cerdo y todo lo que haya sido sacrificado con la invocación de otro nombre que no sea el de Dios; los animales estrangulados, los ultimados a golpes, los muertos a causa de una caída o cornada, los atrapados por una fiera salvo que alcancéis a sacrificarlos ritualmente-, lo que haya sido sacrificado para los ídolos, y también están vedados los cobrados por las flechas (en la caza), porque ello es una profanación.
P: ¿Por qué, en cambio, los cristianos pueden comer cerdo?
R:"el cerdo, que divide la pezuña y no rumia, es inmundo para vosotros. No comeréis su carne ni tocaréis su cadáver; será inmundo para vosotros". Lo mismo es ordenado en Deuteronomio 14,8. "Puerco, Hombre y Enfermedades" (Buena Salud, vol. 69, N° 1): "El puerco es uno de los elementos más comunes en la dieta de algunas personas, pero es uno de los más dañinos. Dios no prohibió a los hebreos comer cerdo solamente para demostrarle su autoridad, sino a causa de no ser un alimento apropiado para el hombre". En efecto, el puerco era considerado inmundo por los fenicios, etíopes y egipcios... Para los judíos la carne de cerdo era abominable. El profeta Isaías condena a los hebreos degenerados que lo consumían en sus fiestas idólatras (Isa. 65: 4; 66:17). Durante el reinado de Antíoco IV Epifanes (175-163 A.C.), que pertenecía a la opresora dinastía helénica de los Seleucidas, la carne de cerdo fue utilizada como elemento de tortura. Esta era ofrecida a los judíos bajo coacción para determinar si eran leales a la religión de sus ancestros o aceptaban las costumbres impuestas por sus conquistadores: A Eleazar, varón de avanzada edad y noble aspecto, abriéndole la boca, querían forzarlo a comer carne de puerco. Pero él, prefiriendo una muerte gloriosa a una afrentosa vida, iba de su propia voluntad al suplicio, y la escupía, como han de hacer los que tienen valor para rechazar de si cuanto no es lícito para comer... (2 Macabeos 6:18 al 31). Es muy digno de memoria lo ocurrido a siete hermanos que con su madre fueron presos y a quienes el rey quería forzar a comer carne de puerco prohibida y por negarse a comerla fueron azotados. Uno de ellos, tomando la palabra, habló así:: "Estamos prontos a morir antes de traspasar las leyes". Irritado el rey, dio orden de cortar la lengua al que había hablado, y de arrancarle el cuero cabelludo, y cortarle las manos y pies a la vista de los otros hermanos y de su madre. Mutilado de todos sus miembros, mandó el rey acercarle al fuego y, vivo aún, freírle en la sartén. Mientras el vapor de ésta llegaba bastante lejos, los otros, con la madre, se exhortaban a morir generosamente, diciendo: "El Señor Dios nuestro nos mira y tendrá compasión de nosotros". Aunque estas citas pertenecen al Antiguo Testamento, desde ya le anticipo que Jesús nunca derogó la Ley de Moisés:: "No penséis que he venido a derogar la Ley o los Profetas; no he venido a derogarla, sino a cumplirla.
Porque en verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que falte una letra o una tilde de la Ley hasta que todo se cumpla". (Mateo 5:17 al 19).
P: Todo lo que Ud. dice es muy cierto, sin embargo, hablando francamente, no encuentro nada de malo en el cerdo.
R: El hábito de comer cerdo es una costumbre occidental. Espero que Ud. No sea de los que piensan que todas las que provienen de Occidente son costumbres civilizadas. Al orientar los principios dietéticos de los hijos de Israel, y luego de los Musulmanes, Dios otorgó mandamientos que aportan continuos beneficios para la humanidad. El análisis del conocimiento científico sobre contagio de enfermedades, proveniente de la medicina moderna, justifica adecuadamente a esta antigua ley.
P: Pero el cerdo no es el único animal que transmite enfermedades. También la vaca y la oveja son portadores de gérmenes patógenos.
R: Bueno, pero por qué limitar su cuestionamiento a la vaca y la oveja?. Bien sabemos que incluso los vegetales contienen microbios. Pero el cerdo reina como supremo soberano entre todos los portadores de gérmenes de lo que los seres humanos se pueden alimentar. Cuanto más conocemos al puerco, más lo condenamos.
P: ¿Puede nombrarme algunos de los gérmenes que el cerdo contagia?
R: He aquí una lista de gérmenes y parásitos que se encuentran en el cerdo. Todos ellos son contagiosos. Muchos de ellos son fatales. Cuánto más avanza la ciencia, más queda demostrado que el Islam es correcto.
P:: ¿Puede explicarme en lenguaje simple, las enfermedades que ha nombrado?
R: El protozoo ciliado, cuyo nombre en latín es "Balantidium Coli", es un parásito que se aloja en el intestino grueso, "el protozoario más grande que afecta al hombre".
P: ¿Cuál es la relación del "Balantidium Coli" con el cerdo, y cómo afecta al hombre?
R: Este microbio habita normalmente las entrañas del cerdo. Es excretado en las heces del cerdo y, al encontrar un medio ambiente que no es adecuado para su supervivencia, desarrolla una cáscara a su alrededor llamado "quiste". Dicho quiste contiene parásitos vivos, los cuales al entrar en contacto con la alimentación del hombre (agua, vegetales) entra en su intestino. Este fenómeno fue descubierto por el Dr. Malmston en 1857 y estudiado también por el Dr. Stein en 1862. El Dr. E. A. Widmer, escribió en su antes mencionado artículo "Puerco, Hombre y Enfermedades": "El protozoo ciliado conocido técnicamente como "Balantidium Coli, es extremadamente frecuente en el porcino. Recientes estudios en diversos países revelan una incidencia del 21 al 100 por ciento. Este organismo es mucho menos común en el hombre. La incidencia general del uno por ciento reportado en Puerto Rico es representativa de la incidencia en muchos países. Cuando se encuentra en el hombre puede dar como resultado síntomas clínicos serios. La evidencia, apunta firmemente hacia el cerdo como la fuente principal de la infestación humana.

Continuará
SEIED SAID AJTAR RIZVI

1 comentario:

Unknown dijo...

Tus argumentos al tratar de justificar una costumbre milenaria, es simplista y carece de rigor cientifico, mas bien ronda los margenes de la ignorancia. sobre las tribus indigenas que segun tu, digieren todo a su alrededor es otra costumbre milenaria acorde al contexto geografico y sociocultural de pueblos o tribus. Recomiendo que expandas tus horizontes cognocitivos, leyendo mas de otras culturas y religiones.