lunes, 11 de mayo de 2009

Comentarios islámicos


En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso
Comentarios islámicos

Prefacio:
El Islam es una religión universal, aplicable a todos los tiempos y todos los pueblos, en cualquier tipo de sociedad del planeta. No es algo restringido a meras acciones de adoración, sino que más allá, el Islam abarca cada acción y cada momento de la vida de un musulmán en cualquiera de los ámbitos en que esta se desarrolla. El Islam no es ajeno a la política, ni a la economía, ni a ningún problema social. El Islam no sólo opina en cuestiones de ética o moral “religiosa”, también tiene opinión sobre la ecología, la globalización, o cualquier otro tema de actualidad.

Por otra parte, los sabios islámicos, no son sólo gente docta y erudita en materia de leyes religiosas. El verdadero sabio islámico es una persona imbuida en el mundo que le rodea, que lo conoce, que lo tamiza a través del Islam y que vierte su opinión. Es costumbre en el mundo islámico, que los fieles consulten a sus sabios, de forma directa, sobre los temas más diversos; desde meros problemas particulares de cualquier índole que no incumben más que a los protagonistas, hasta temas de las más alta trascendencia general.

Lo que sigue a continuación no es más que un ejemplo de esto, un serie de preguntas, y sus respectivas respuestas, sobre diversos temas de interés general, realizadas a uno de nuestros mayores sabios contemporáneos, Sayyed Muhammad Husein Fadlullah, en su mezquita de Beirut.

Comentarios islámicos
P - Se dice que las minorías en Occidente practican sus convicciones religiosas en libertad. Por ejemplo, las mujeres musulmanes gozan de la libertad de usar el hiyab (o vestimenta que cubre el cabello y el cuerpo). ¿Cómo es que el Islam alega proteger la libertad en los países islámicos pero no obstante exige que las mujeres cristianas y seculares observen el hiyab?
R - Hay una diferencia. Cuando una mujer musulmana usa el hiyab en Occidente, ella no está ofendiendo los códigos de moral de esa sociedad, ya que el tema del hiyab es un asunto personal suyo. En Occidente algunas mujeres se cubren a sí mismas completamente y otras están vestidas con menos ropa. El código moral occidental no se ve perturbado cuando le da a la mujer musulmana la oportunidad de usar el hiyab. Pero si el mundo islámico permitiera a las mujeres cristianas y no musulmanas, y a las mujeres musulmanas no devotas descartar el hiyab, ello ofendería el código moral de esa sociedad, al igual que cualquier cosa que pueda ser ofensiva para el gobierno. Por lo tanto, el Islam garantiza la libertad a las mujeres no musulmanas, pero en un contexto en que no se ofenda la moralidad islámica general.
P -Hay entre algunos pensadores diferencias de puntos de vista en lo que respecta a las relaciones entre el Islam y la modernidad. Algunos dicen que el Islam no puede coexistir con la modernidad. Otros piensan que el atraso de las sociedades islámicas y su fracaso son debidos a su falta de integración con la modernidad. A usted se le puede reprochar que al alinearse con la modernidad o a lo que usted llama "el sentido de la modernidad", podría contribuir a disolver los conceptos islámicos en conceptos extraños al Islam. El Islam, según muchos, no acepta este cometido. Añaden que "los islamistas poseen capacidades intelectuales pero no poseen los medios necesarios (escuelas, instituciones, alta tecnología) para competir con los seguidores de otro Din, y, por consiguiente, es necesario rechazar las categorías de la modernidad y volver a las constantes islámicas". ¿Qué piensa de ello?
R - Existe, en la realidad cultural contemporánea, una terminología que no es lo suficientemente clara para la comprensión entre la gente aunque éstos se cuenten entre los intelectuales. El término "modernidad" es uno de ellos. La modernidad no es una corriente de pensamiento independiente. Ser modernista es no estar vinculado, en la dinámica del pensamiento, a las propias tradiciones heredadas, sino interrogar a la razón, porque ella podría fijar las vías, constantes o variantes, del pensamiento. Así, el modernismo expresa un método de pensamiento sin incluir un contenido intelectual preciso que estaría o no de acuerdo con el Islam. La idea que hemos lanzado es que debemos, por el hecho de vivir en una determinada época:
1. Comprender la mentalidad y el sentido de esta época, saber cómo piensa el hombre contemporáneo.
2. Conocer los fundamentos y el método de su pensamiento. A partir de ahí, decimos que el Islam nos obliga a dirigirnos a cada época según su mentalidad, y a cada época según su razón. Es lo que dice el hadiz del Rasul (PBd): "Se nos ha dado la orden, a los profetas, de hablar a la gente según su razón". No se puede hablar a un hombre cuya razón está marcada por una cultura determinada de la misma manera que a otro cuya razón esté marcada por otra cultura. No se puede hablar a un hombre instruido de la misma manera que se hace con un hombre sin instrucción, porque cada vez se trata de una situación distinta que implica diferencias en el método, el lenguaje y el pensamiento. Pero cuando decimos que tenemos que vivir el sentido de la modernidad, no decimos que tengamos que aceptar todas las ideas de la época moderna. Cuando llamamos a la apertura a la modernidad, no decimos que tengamos que aceptar todas las innovaciones y todas las corrientes modernistas, porque poseemos nuestro pensamiento islámico que no se desgasta con el tiempo. El pensamiento islámico es el de la vida, porque ha sido revelado por Allah (swt). Así que este pensamiento cuya evaluación, elementos y naturaleza no suscitan la unanimidad entre todos los muÿtahid puede entenderse según un método nuevo y ser tratado con medios nuevos. Así, vivir según las exigencias de la época moderna no implica inclinarse ante las corrientes de la época moderna, sino dirigirse a la época moderna según su mentalidad y sus métodos para afirmar nuestro propio pensamiento con métodos susceptibles de convencer al hombre de la época moderna. Efectivamente, estamos en desacuerdo con el Marxismo, con el Existencialismo y con muchas otras corrientes políticas, económicas o filosóficas. Aquellos que nos acusan de optar por el contenido intelectual de la modernidad no han comprendido nuestras consideraciones. Porque somos musulmanes y consideramos al Islam como el fundamento de toda lógica y movimiento vitales, porque el Islam es el dîn de Allah y no puede ser alcanzado por la falsedad. Pero decimos que los ulamá del pasado comprendieron el Islam de una determinada manera y es nuestro deber comprenderlo de la nuestra, no porque la innovación, el modernismo y el cambio sean buenos por sí mismos, sino porque Allah les dio un pensamiento con el que produjeron su jurisprudencia, igual que a nosotros nos ha dado un pensamiento que a partir de los mismos principios, el Corán y la Sunnah- permite que produzcamos algo diferente y dar visiones jurídicas distintas a las suyas. Por todas estas razones, no hay contradicción entre la fidelidad absoluta a las constantes islámicas y a la categoría de la modernidad, porque tratamos con la época moderna con sus métodos que no son rechazados por el Islam. Queremos conservar estas constantes islámicas y protegerlas con un espíritu nuevo que las presentará en principio más aceptable para los demás. Hay una gran diferencia entre la traición del contenido y la adopción de procedimientos contemporáneos necesarios para vivir en la época moderna. No traicionamos el contenido, sino que lo vivificamos al afirmarlo, y nos falta hacer una evolución en nuestros procedimientos y nuestros métodos para comprender mejor el Corán y la Sunnah y percibir mejor el dinamismo de la realidad en todas las cosas.

Tawhid
P - Hay términos fundamentales en el Islam, como son el Tawhid, el ‘aql (la razón), la libertad y la justicia. ¿Es posible actualizar estos términos del mensaje islámico en el mundo de hoy?
R - Sí, al Islam le es posible transmitir un mensaje importante sobre este tema, ya que la concepción islámica sobre estas cuestiones y el compromiso de los musulmanes para concretarlos en la práctica, pueden contribuir a que el mundo sea más feliz. El Tawhid, Ese concepto central en la ‘aqidah islámica, permite a la humanidad que se abre al Único, Omnisciente, Poderoso, Sabio, Rahman, Rahim, reencontrar la quietud espiritual, el reposo psíquico y la apertura mental y, al mismo tiempo, expulsar de su vida las manifestaciones de la confusión, de la perplejidad y de la desorientación. Esto es así porque cuando el hombre, esta criatura expuesta a tantos vaivenes y asaltado por tantos desesperos en su vida, se abre a Allah porque es la fuerza que ha creado el mundo y le ha dado el mejor de los órdenes, que ha arropado al hombre en todo el proceso de su existencia y que le ha preparado las mejores condiciones favorables dentro de los límites de las posibilidades de la materia, donde se encuentran las ventajas con los inconvenientes en el marco de la preeminencia de las primeras... siente que la vida no está falta de sentido y que su sentido interior se difunde hacia todas las manifestaciones del Universo, ya sean universales, existenciales o humanas. Pienso que la apertura a Allah constituye una auténtica necesidad para el hombre desde el punto de vista psíquico y práctico, y esto abstracción hecha de la validez o la invalidez de esta apertura desde el punto de vista filosófico. Pienso que esta apertura no tiene necesidad de estar fundada sobre mucha reflexión filosófica; es suficiente para el hombre partir de su simplicidad y de su espontaneidad para ver que esta sublime arquitectura universal, que ha ordenado toda cosa y que ha sometido todo fenómeno a una ley, no puede de ninguna manera ser una simple y magnífica coincidencia surgida en el vacío, o que una cantidad cualquiera de tinta que ha aparecido sobre un muro se ha convertirse en una obra de arte. La coincidencia no construye un orden ni inventa una realidad profunda. Pienso que el hombre necesita abrirse a Allah y que esto no es una droga que consume para olvidar sus problemas reales y para navegar por el mundo de lo imaginario. Antes bien, pienso que la apertura a Allah nos acerca en primera instancia a lo real por el hecho que este real representa una creación de Allah, cuya función está en relación con el hombre mismo y con todas las demás criaturas. Por esta razón, el hombre que se abre a Allah, que sabe que Allah es el Señor de los Mundos, no tiene complejos respecto a los demás mundos: no siente que lleve a cabo una lucha contra estos mundos, una lucha sin cuartel, sino que se integran en él, y siente la necesidad de comprenderlos y de descubrir sus misterios y fenómenos. En este sentido, nosotros no aceptamos las fórmulas que hablan de una lucha del hombre contra la naturaleza. Pensamos, al contrario, que el hombre es el amigo de la naturaleza y que la naturaleza es la amiga del hombre. La cuestión está en la necesidad, para el hombre, de cambiar con su amiga al intentar comprenderla mejor, de descubrirla mejor, de sostenerla a cambio de lo que recibe y de lo que recibirá de ella. Pienso que el mensaje que trae el Islam al mundo es el Tawhid. Al situar el Tawhid, el Islam no lo ubica como término religioso sin relación con la razón y lo real, sino que lo hace con toda la fuerza de aquél que considera el Tawhid como un objeto de Iman (apertura a Allah) que pasa por la racionalización de la idea y no solamente por la sensibilidad. Esta idea por sí sola tiene también una gran influencia en lo real en la medida en que, en vez de introducir una ruptura entre el hombre y la realidad, le vincula a ella antes que nada a través de sus responsabilidades para con la misma.
Sayyed Muhammad Husein Fadlullah
Biblioteca Islámica Ahlul Bait (P)
Traducción: Luqman Colmenero

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