jueves, 19 de marzo de 2009

LUPA CULTURAL ¡Luchamos por dos Vidas y Un Ser Humano!…



VISION-OBJETIVOS
¡Luchamos por dos Vidas y Un Ser Humano!…

Es una frase tan simple de decir, pero tan profunda y difícil de entender y practicar.
En los últimos tiempos, lamentablemente, el significado que se maneja del ser humano expresa reacción e ignorancia, lo que encarna el retroceso de la mente humana a un estado primitivo, a pesar de la evolución alcanzada en diversos aspectos materiales, convirtiéndose en una máquina humana, exenta de sentimientos y relaciones espirituales entre las especies de su propia raza.
En este enunciado se precisa nuestra labor revolucionaria, en defender y fortalecer los intereses de los habitantes de este planeta, para que puedan ejercer su tarea como especies andantes en la búsqueda de la máxima evolución humana, lo que les concederá el traslado al mundo de la eternidad o la vida eterna que Alah (Dios) prometió para aquellos que merecieron la entrada y la estadía eterna en los paraísos que ningún ojo vio ni mente imaginó.
En el marco de nuestra lucha revolucionaria por el ser humano se resaltan importantes principios y valores, entre ellos la justicia, igualdad, desprendimiento material y sumisión el grandísimo Alah s.w.t, rey y creador del universo.
Cuando en el párrafo anterior nos referimos a la preservación de los intereses de los seres humanos, esto también atañe a cuidar de si mismo, es decir, de su propio demonio, pues desde la creación de Adán el Shaitan (demonio) le prometió al grandísimo Alah s.w.t, que influiría de una manera u otra sobre la raza humana, para que estos le sean desagradecidos y para que no adoren a su creador el grandísimo Alah.
Alah s.w.t ha señalado en su libro sagrado, en reiteras oportunidades, que el ser humano es su ejemplo en esta vida terrenal, siempre y cuando opte por querer lograr dicha semejanza de acuerdo a las capacidades limitadas de si mismo, en comparación con las capacidades y poderío absoluto del creador todo poderoso. Sin embargo, no podríamos subestimar los poderes que podría alcanzar el ser humano en relación a su semejanza con el creador, siempre y cuando sea considerado de los creyentes cercanos al Todopoderoso, por ejemplo: Dios es absolutamente bello y ama la belleza, entonces el ser humano podría tener algo de la belleza de Alah s.w.t, pero una belleza que siempre será relativa y no absoluta; Alah es absolutamente valiente y el ser humano podrá ser valiente pero nunca alcanzará la valentía absoluta, pero que sea mas bello y mas valiente que otros seres humano y en niveles elevados, si es posible.

La pregunta es ¿como logrará el ser alcanzar estos altos niveles de las cualidades de Alah s.w.t, que le concedan la posibilidad de hacer los milagros y superar las comunes posibilidades humanas? El ser humano nace con un mínimo de capacidades materiales y espirituales básicas, que a medida que avanza su crecimiento van incrementándose; mientras que este ser humano común logra el dominio en uno o varios temas o asuntos, aquella persona que se considera creyente, tiene la posibilidad de perfeccionarse gradualmente cumpliendo con los mandatos de Alah, superándolas una tras otra hasta alcanzar el conocimiento que le confiere adquirir de manera relativa, no absoluta, los poderes de Alah, pues así lo quiso para aquellos creyentes que han alcanzado niveles especiales de fe y sabiduría producto de su convicción y entrega absoluta; es así, aquella persona que con el uso de binoculares puede ver mas allá de lo que ven aquellas personas que no los usan. La mejor manera de ejemplificar es a través de los doce Imames infalibles de la descendencia del sagrado profeta del Islam, que por medio de su fe y entrega absoluta y su infalibilidad, el Grandísimo Alah les concedió relativamente poderes y cualidades inherentes al todopoderoso.

Según las bases filosóficas islámicas, el ser humano será trasladado de esta vida a otro mundo eternamente, y esto sucede tras la muerte física del cuerpo, pasando el alma por los procesos de la tumba, el purgatorio, el día del juicio y finalmente la eternidad. Si miramos el inicio de la vida de cada ser humano, vemos que desde que nace, trasladándose del mundo de los vientres hacía el mundo actual, vive un proceso de evolución espiritual fenomenal y veloz que por lógica es necesaria para su paso y estadía en la eternidad espiritual.

La eternidad no es como este mundo material-espiritual, la eternidad es absolutamente espiritual con especificidades y beneficios para sus habitantes, difíciles de creer por las personas que existen en esta vida, puesto que su visión materialistas solo les permite creer en lo que ven y, peor aun, creen en los asuntos fáciles producto de sus propios deseos e instintos, impidiéndoles ver la verdad y sentir la grave situación en la cual se encuentran. De modo que nada material será necesario en la vida de la eternidad, solo nuestra conducta y alma serán las necesarias; de la misma manera que nuestras manos, piernas y otros miembros corporales no eran necesarios en el mundo de los vientres, sin embargo, existían por necesitarlos en la vida terrenal. Al igual serán los sentimientos y los comportamientos del ser humano en esta vida, con una diferencia, que estos si serán necesarios y son los responsables de conducirnos hacía el mundo de la felicidad eterna o el mundo del infierno eterno.
“Luchamos por un ser humano y dos vidas”, luchamos por el bien de todos los seres humanos, para que vivan felizmente en esta vida durante el curso de su perfección humana y espiritual, libres en un mundo de justicia e igualdad, que les conceda el traslado en paz al mundo de la eternidad. Nuestra lucha será recompensada en la proporción de nuestro acatamiento de los mandatos del grandísimo Alah. Los mandatos del grandísimo Alah no solo se limitan a rezar, ayunar, etc…, luchar por la justicia y la igualdad entre los seres humano, es parte de los mandatos celestiales, y en muchas oportunidades no se limita a una lucha común y corriente, pudiendo extenderse al nivel de sacrificar todo y abandonar todo en la vida, incluso la tranquilidad, riqueza, la familia, el hogar, los hijos etc.… a cambio de preservar la tranquilidad, riqueza, familia, hogares, hijos etc. de los demás seres humanos para que puedan llevar su vida en paz y armonía, alcanzando de esta manera la posibilidad de perfeccionarse espiritualmente y tener la posibilidad de ingresar felizmente a la otra vida eterna de los espíritus.
Sacrificar no sería el calificativo mas correcto que deberíamos darle a nuestra lucha, debido a que estamos convencidos del significado pasajero de esta vida, y tenemos la certeza de que perder lo mas valioso, incluso la existencia física, no es nada significativo, debido a que el devenir ha constatado que todos los seres humanos morirán y perderán todas las riquezas que han adquirido al partir de esta vida, por lo que entregar todo por estar eternamente junto a nuestro señor no es un sacrificio, si no un anhelo y deseo de ser recompensados por nuestras luchas por el ser humano, por la vida y por la eternidad.


¡Dios bendiga al Profeta Mohammad y a su Purificada Descendencia Y Apresure la llegada de Nuestro Imam Al Mahdi!

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