MAHATMA GANDHI Y LA INDIA CONTEMPORENEA

MAHATMA GANDHI Y LA INDIA CONTEMPORENEA

La formidable personalidad de Mohadas Karamchand Gandhi es el ejemplo vivo del patriota hindú que interpretó el momento histórico que le tocó vivir y que por circunstancias muy particulares se convirtió en un luchador y reformador social. De esta manera vemos su evolución a través de originales formas pedagógicas y por último, al hombre político convencido de la necesidad de grandes transformaciones socioeconómicas.
El crecimiento y conformación de la personalidad de Gandhi es el producto de todo un proceso educativo afincado en las genuinas raíces del hinduismo y fortalecido por el aporte teórico de los llamados reformistas occidentales. El que sus padres fuesen respetuosos seguidores de los preceptos religiosos del Visnuismo y tolerantes ante el Jainismo, fue de gran importancia. De aquí que la familia como centro vital de formación, vino a jugar el papel principal en el desarrollo de su personalidad. Aquí aprendió el respeto y tolerancia hacia el hombre y sus convicciones religiosas.
Del visnuismo tomó la capacidad de perdonar las ofensas y la autodisciplina, al igual que las prácticas ascéticas. Del Jainismo tomó el desprendimiento de los bienes materiales, la castidad y algo sumamente importante que vino a ser el norte de su actividad como líder de masas: el rechazo a la violencia. De aquí su Satyagraha complementada por la Ahimsa o no violencia.
El conocimiento más profundo de los libros sagrados del hinduismo le presenta nuevos horizontes que le dan fuerza a sus convicciones religiosas. El Ramayana fue un descubrimiento de su período de adolescencia. La lectura del Bahgavadgita que realizó en Londres vino a ser el hecho que mayor influencia ejerció en su vida, manifestándose a través de su carácter y sus métodos de lucha: fundamento de sus concepciones religiosas y objetivos espirituales.
El destino quiso que paulatinamente fuesen llegando a sus manos los libros de pensadores occidentales que con sus argumentaciones fortalecían sus puntos de vista y lo convencían de que estaba por el camino correcto. La lectura de John Ruski dio un impulso muy grande al pensamiento social de Gandhi, motivándolo cada vez mas en poner en práctica sus originales planes de organización social valorando el trabajo manual. El descubrimiento del pensador norteamericano Henry David Thoreau ratificó sus convicciones de que la vía de la resistencia civil era la forma más correcta de actuar. Conocer los fundamentos de la filosofía social de Lev Tolstoi deparó grandes satisfacciones a Gandhi, ya que en él vio la coherencia entre pensamiento y acción (precisamente lo que Gandhi buscaba) y la coincidencia en torno a la resistencia civil como forma de lucha.
Las concepciones pedagógicas de Gandhi no son mas que el resultado de sus profundas creencias religiosas; de aquí sus reiterados intentos de llevar a la practica todo lo que dictaba su conciencia, ya sea en el orden social como pedagógico en sí.
Tratando nuevamente de ser consecuente consigo mismo, Gandhi emprende la puesta en práctica de sus convicciones pedagógicas a través de la creación (por primera vez) de comunidades agrícolas que según él serían modelos sociales de producción. Estas nuevas “formas de vida socio-comunitarias” y “la igualdad entre sus miembros” sería una norma necesaria de convivencia.
La defensa intransigente de los derechos sociales de la comunidad hindú, lo llevó a defender posiciones de principio que no eran más que el reflejo de sus creencias acerca de la igualdad de los hombres ante Dios. Todo esto lo impulsó a emprender una intensa campaña a través de una organización creada por él (Natal Indian Congress), al mismo tiempo que redactaba informes sobre la situación que vivían las masas hindúes en África del Sur.
El regreso de Gandhi a la India viene a ser el inicio de la etapa cuando intentará aplicar en su patria sus conceptos políticos pedagógicos y es aquí donde se nos presentará como un reformador social, fiel creyente de un nuevo tipo de relaciones sociales y políticas. Sus planes de transformación y reforma social van a estar motivados por esa inmensa religiosidad, por esa profunda espiritualidad que dirigían toda su actividad por la unificación de los “valores nacionales y sociales” de su patria. Su convicción se acrecentó en torno a que la vía correcta era la pedagógica: educar e informar a las masas acerca de las tácticas apropiadas de lucha que para él no era más que la aplicación de la SATYAGRAHA O DESOBEDIENCIA CIVI. He aquí (según él) la solución a todos los problemas de la crisis nacional. Otra de sus preocupaciones era la desigualdad entre las clases; reconociendo la imposibilidad de alcanzar la igualdad absoluta entre las mismas. Sin embargo, creía en la pedagogía de la igualdad (krisna, dios del Gita); esta era su guía en su infatigable lucha por eliminar la discriminación que sufrían los intocables. Un entendimiento racional entre hindúes y musulmanes fue uno de los grandes objetivos de Gandhi.
En su activa lucha por la total independencia político-económica del colonialismo ingles, planificó la organización de modelos económicos “originales” que según él era lo que mas se adaptaba a las condiciones de atraso de la India y sus pueblos. Organizó el Satyagraha-Asham que vendría a ser modelos de pequeñas comunidades como forma de organización social futura del país. De aquí salían todos los planes de las posteriores actividades tanto políticas como pedagógicas. Organizó los llamados Swadeshi como forma de combatir al colonialismo económico. A través de los mismos esperaba conseguir la verdadera independencia económica. Su concepción económica era el reflejo de su religión; de manera que se puede entender su idea, un poco original e idealista, de volver al campo, a la vida campesina en donde veía la salvación de la India. Desconociendo las leyes objetivas del desarrollo del capitalismo mundial, quiso imponer la Rueca como forma de romper la dependencia de la industria textil colonial.
La vida y práctica social de Mahatma Gandhi, es el ejemplo de un hombre profundamente religioso convencido de lo justo y correcto de su lucha. A través de la misma vemos al ser que no se doblegaba ante las adversidades y que hasta el fin de su vida siempre luchó por un mundo mejor para su pueblo.